Douglas Haig 1 Juventud Unida 1

Foto: Creditos a quien corresponda.

El lunes por la tarde se cerró la fecha 23 del Federal A, a puertas cerradas, en un contexto de incertidumbre a nivel global de lo que ya todos conocen. Se enfrentaron dos equipos con la necesidad de ganar; Juventud Unida de Gualeguaychú envalentonado con el último triunfo de local peleando por salir de los puestos de descenso y el local, Douglas Haig, tratando de levantar cabeza de una mala racha entre el torneo y la Copa Argentina.

Un partido de necesitados en un campo de juego deteriorado de hace mucho tiempo, potenciado por las lluvias de los últimos días, dio un desarrollo condicionado y limitado para el desempeño del juego.

El conjunto local tomó las riendas en busca de abrir el marcado. Los desbordes e intentos de Coronel fueron un arma débil para el ataque. La primera llegada local vendría de un mano a mano ajustado por la marca por el sector izquierdo con un remate débil de Coronel. A pocos minutos el visitante llegaría con un desborde por derecha donde Henry derrumbaría al límite del penal, del foul vendría un cabezazo a pocos centímetros del gol.

El juego pesado y lento limitaría el desarrollo del juego, donde el local generaría más control y dominio, pero sin llegadas de peligro. A inicios de la segunda mitad la Juve seria un vendaval en llegadas, mediante pelotas paradas que en su mayoría que derivarían a cabezazos peligrosos para el golero local. Las milagrosas salvadas de Henricot y tiros en el palo darían una esperanza, un guiño de suerte para el fogonero (tan esquiva en los últimos tiempos para el hincha).

En el peor momento del local llegaría al gol de la ventaja, después de una estupenda atajada del arquero local daría una excelente asistencia de larga distancia para Mazza, donde ante la salida brusca e imprecisa del arquero visitante (un blooper) permitirá a Mazza llevar la pelota con paciencia al área para definir prácticamente con el arco vacío.

El milagro fue auto boicoteado por una serie de errores inocentes anunciados, todas las llegadas de peligro vendrían por el juego aéreo, y el gol del empate vendría justamente de cabeza.

En la fecha de nacimiento de un prócer del futbol nacional (Carlos Salvador Bilardo), Douglas haría un deshonor con una infracción innecesaria en ¾ donde pudo haber sido por instantes en mitad de cancha, de esa zonza infracción de Bastianini deviene el gol del empate de Juventud. Un fusilamiento de Zadel de cabeza daría justicia en el resultado, incluso el visitante mereció llevarse los tres puntos teniendo en cuenta la cantidad de llegadas.

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